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domingo, 6 de agosto de 2017

Maestros y besugos.

A veces ver los toros desde la barrera y poder silbar al torero o dedicarle un sonoro OLE puede ser algo sencillo.

Hace muchos años que alguien que fue un gran apoyo en mi formación como ser humano decía.

Un hijo es una enfermedad de 9 meses y una convalecencia de toda una vida, que razón tenía……….

Desde mi puesto en el tendió 7 puedo ver las faenas de diversos maestros, unos que realizan su labor con exquisitez y otros que hacen mas espantas que Curro Romero. Aunque se les considera como maestros de estas cosillas.

Reconozco mi admiración por ese maestro, el cual estando en una situacion dificil, viendo como llegaba el final del sendero de quien duraunte mas de la mitad de su vida habia sido su media naranja, habia dejado a un lado los rencores y las disputas para decirle a lo único que unía esa mitad de la naranja con esta otra.

Aprovecha, bésala, abrázala y esta con ella, por que no sabes cuando esto dejara de ser asi.

Esto dicho en una conversación entre amigos, en la cual tan solo se busca el desahogo de la impotencia de lo más básico que somos, seres humanos, fue una demostración de calidad humana que es dificil de tener en cuenta por quienes sabemos de ella.

Despues quedan aquellos aprendices del todo y maestrillos de la nada.

Ver como vamos quejándonos por las esquinas de determinadas situaciones pero despues somos meros besugos, dejándonos morir por la boca. Pues demuestra que al final no servimos ni para aprendices de meros besugos.

Precisamente yo no puedo ser un referente en lo relativo a relaciones paterno filiales. Pero que os puedo decir, a veces hay situaciones que son realmente insalvables y aunque uno ponga algo de generosidad, que no se si yo en su momento puse mucha o nada, pero siempre hay alguien que debe de ceder.

Por lo general los que ceden suelen ser los que atesoran más sabiduría y por lo tanto edad, claro cuando hay algo dentro de la calabaza.

Lo que si que tengo claro que el ser padre es tener miedo desde el mismo momento en que sabes que hay alguien indefenso y frágil que depende de ti, hasta el ultimo momento de consciencia previo a dejar este plano de existencia, por que a fin de cuentas miedo siempre se tiene y esto es casi imposible de dejar a un lado.

Personalmente cuando veo un niño, se me despierta el sentido aracñido, que aunque no me ha picado una araña radioactiva si que es cierto que se me erizan los pelos del cogote y uno centra todos sus sentidos en ese ser humano más débil e indefenso.

Como he dicho mi postura puede ser mas fácil, aunque bien es cierto que siempre he sentido un cariño especial por esos locos bajitos, también es cierto que ellos son los únicos que lo dan todo sin pedir nada a cambio y que es en su desarrollo como supuestos seres humanos cuando van perdiendo esa cualidad para pasar a tener ambiciones, convertirse en seres interesados y que terminan por buscar la forma de diferenciarse de los demás por lo que tienen y no por lo que en si son.

Pero esto a fin de cuentas sigue siendo responsabilidad o culpa de aquellos que habiendo dejado hace mucho su altura estamos a su alrededor.

De un tiempo hasta el día de hoy pienso que un niño tiene siempre un 95% de su progenitora, que para eso es quien aporta en nuestros cuerpos todo lo que al final somos, nos formamos dentro del vientre de nuestras madres y por lo tanto aunque no nos pueda gustar todo lo que fisicamente somos se lo debemos a estas, mientras que el padre en esto tan solo ha proporcionado una mera célula para que se produzca el milagro de la vida.

Por eso pienso que una madre nace, mientras que un padre debe de hacerse y no siempre aquellos que ostentan ese titulo son merecedores de el.

Aunque como dice bien el dicho, siempre hay una excepción que confirma la regla, en ambos casos.

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